Autor: Paula Durán
Cocinar para comer es un necesidad, en mi caso el mejor gimnasio mental en el que desestresarme. Amante de la cocina tradicional e internacional y sobre todo del ternasco de Aragón.
Una de las recetas más populares del recetario tradicional español es la caldereta de cordero. Este plato, tan arraigado en prácticamente toda España, se cocina de multitud de formas, casi tantas como casas en las que se prepara.
En esta receta de caldereta de cordero la protagonista principal es la carne, por lo que lo ideal es que sea de buena calidad. Nosotros proponemos la de Ternasco de Aragón.
También es fundamental el uso de hierbas aromáticas. Las que mejor combinan con el cordero son el tomillo, el romero y el laurel. Prueba a cocinar esta receta de guiso tradicional a la que le hemos dado un par de vueltas, como utilizar vino tinto en lugar de blanco y añadir las patatas como guarnición en lugar de integrarlas en el guiso. Te va a gustar seguro.
Dificultad baja
El origen de la caldereta de cordero está ligado al campo, cuando agricultores y ganaderos tenían por costumbre preparar este plato para reponer energías en sus largas jornadas de trabajo, así como a las celebraciones populares, en las que se preparaba en grandes cantidades al aire libre, costumbre que aún perdura en muchísimos pueblos y a la que estamos muy ligados con nuestras calderetas de pastores, con las que seguimos con la tradición de cocinar este plato para multitud de personas en comidas populares y celebraciones.
En primer lugar, vamos a poner a hervir un cazo para escaldar los tomates.
Mientras el agua levanta el hervor, aprovechamos para preparar los pimientos y la cebolla. En este caso hemos elegido un pimiento rojo morrón y dos pimientos verdes, que picaremos muy finos, al igual que la cebolla. Reservamos.
Marcamos una cruz con un cuchillo en la parte posterior de los tomates. De esta forma, al escaldarlos marcados, será muy fácil pelarlos. Una vez el agua está hirviendo, añadimos los tomates y escaldamos durante un minuto escaso, o hasta que veamos que la piel de las marcas se empieza a levantar. Retiramos los tomates del agua y dejamos templar.
Una vez hayan templado los tomates, retiramos la piel, troceamos en cuadrados finos (iguales que la cebolla y los pimientos) y reservamos.
Ponemos al fuego una cacerola amplia con tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra y, una vez caliente, doramos las piezas de cordero, a las que previamente habremos dado un punto de sal. Tienen que quedar doradas por fuera pero sin hacer del todo por dentro. Retiramos el cordero y reservamos.
En la misma sartén y con el mismo aceite, pochamos la cebolla junto con los pimientos durante 10 minutos a fuego bajo. Una vez pochados, añadimos el tomate junto con las hierbas aromáticas. Nosotros hemos añadido una ramita de romero, otra de tomillo y una hoja de laurel. Cocinamos durante 15 minutos más o hasta que el agua del tomate se haya evaporado.
Vertemos el vino, subimos a fuego medio, y lo dejamos hervir durante cuatro o cinco minutos. El vino tinto debe reducir como mínimo hasta la mitad.
Una vez el vino tinto haya reducido y evaporado el alcohol, añadimos la carne de cordero y el caldo de carne. Tapamos y, una vez comience a hervir, dejamos cocinar durante 15 minutos.
Como para la caldereta de cordero hemos elegido Ternasco de Aragón, ha necesitado muy poco tiempo de cocción por ser una carne muy tierna. Sabremos que está cocinado cuando la carne se despegue del hueso sin dificultad.
Con la salsa tenemos dos opciones, triturarla o no. Si la queremos triturar, retiramos el cordero de la cazuela y la añadimos a un vaso batidor, para después volver a añadir el conjunto a la cazuela y volver a cocer durante un minuto para así volver a integrar la salsa y el cordero. Si no la queremos triturar omitimos este paso.
Por último vamos a preparar las patatas. Para ello las pelamos, cortamos y añadimos a una sartén o cazo con abundante aceite de oliva virgen extra bien caliente. Las freímos hasta que estén tiernas por dentro y doradas por fuera.
Podemos incorporar las patatas al guiso una vez hemos triturado la salsa o cuando falten un par de minutos para apagar el fuego si no la vamos a triturar o, como en esta ocasión, añadirlas al plato como guarnición.
Y ya solo queda disfrutar… ¡Buen provecho!
2 Comentarios
Si , la receta es la tradicional para hacer carnes de cerdo también o de pollo . Lo de la patata refrita crujiente está muy bien .
Muchas gracias Jorge, queríamos darle un punto diferente con la patata. Un saludo.