Montesa: un pueblo de 15 habitantes y más de mil ovejas

Miguel Ángel Ballabriga, socio y ganadero de Oviaragón, es una de las 15 personas que viven en Montesa (Huesca). Comparte nombre y profesión con su hijo que también trabaja en la ganadería; por tanto, tiene garantizado su relevo generacional. La despoblación es patente en esta zona con una densidad de población inferior a los 4 habitantes por kilómetro cuadrado, considerado un “desierto demográfico”.

Montesa es un pueblo de la provincia de Huesca, que pertenece al municipio de Hoz y Costeán, junto a otras localidades: Hoz de Barbastro, Salinas de Hoz, Costean y Guardia. Éste último núcleo está deshabitado y en el resto de localidades viven 221 personas en total, según el padrón municipal del año 2017. La densidad de población en esta zona es inferior a los 4 habitantes por kilómetro cuadrado. Una cifra preocupante que, sin embargo, no nos sorprende porque va en la línea de buena parte de los municipios de Aragón. Cabe destacar que en Geografía Humana menos de 10 hab/km2 se considera “desierto demográfico”.

Todos los núcleos citados están situados en las proximidades de la Sierra de Salinas y cuentan con bancales en las faldas del monte, en los que tradicionalmente se han plantado olivos y almendros. Ahora el terreno llano ha sido ocupado por grandes extensiones de viñedo. Un ejemplo lo encontramos a las afueras de Montesa donde hay una bodega de la que se encargan los hermanos de Miguel Ángel Ballabriga.

Miguel Ángel Ballabriga, socio y ganadero de la cooperativa Oviaragón, es una de las 15 personas que viven en Montesa. El municipio se caracteriza por su peculiar ubicación en un altozano, es decir, en un monte de poca altura en terreno bajo. Se ubica dentro de la comarca del Somontano, muy cerca de Barbastro, a apenas 8 kilómetros. Ballabriga destaca que esa cercanía a la capital de la comarca del Somontano les permite vivir con tranquilidad porque pone a su alcance servicios que de otra manera sería impensable acceder con facilidad.

Actualmente en el municipio viven unas 8 familias y ni siquiera en verano el número de habitantes repunta como sucede en muchos pueblos aragoneses, sobre todo, con la llegada de las vacaciones escolares cuando los niños vuelven a corretear por las calles que antaño vieron jugar y hacer trastadas a sus abuelos.


iglesia Montesa Barbastro

Detalle de la iglesia de San Millán, en Montesa. Foto: Área de Turismo de la Comarca de Somontano.

La iglesia parroquial de San Millán se encuentra al final de la calle única y frente a una casa solariega del siglo XVIII adornada por el escudo de los Pano. El templo del siglo XVI estuvo cerrado durante más de diez años al culto y durante ese tiempo las misas se celebraban en una casa particular. Tras unas obras de restauración, reabrió en el año 2013. Cuenta con dos bóvedas barrocas del siglo XVIII. Se enmarca en el estilo del Renacimiento aragonés con arquillos de medio punto en la parte superior del templo.

 

Padre e hijo comparten nombre y profesión

La ganadería de Ballabriga, en la que trabajan padre e hijo, tiene 1.167 ovejas de raza rasa aragonesa. Llevan en Oviaragón desde el año 2009 y produciendo Ternasco de Aragón. Miguel Ángel Ballabriga (padre) comenzó en este oficio en los años 80, por lo tanto, se está acercando a los 40 años como pastor y ya tiene la jubilación en mente. Espera poder retirarse dentro de unos 4 años, pero a diferencia de otros muchos ganaderos lo hará con la tranquilidad de contar con relevo generacional. Y es que su hijo, Miguel Ángel Ballabriga, trabaja con él en la ganadería. Padre e hijo comparten nombre y también profesión. “Trabajar juntos lo llevamos muy bien, he delegado mucho en él”. Su hijo lleva años como colaborador, ahora ya ha pedido la incorporación como joven ganadero.


relevo generacional

Miguel Ángel Ballabriga, padre e hijo, con su rebaño de ovejas de raza rasa aragonesa.

Ballabriga (padre) es consciente de que “el relevo es muy difícil porque hay que trabajar duro para que el ovino sea rentable. Mucha gente se desanima y siempre se dice que el sector no está pasando por buenos momentos; siempre lo mismo, desde que yo empecé parece que nunca es buen momento”.

Sus comienzos en este oficio milenario fueron en la década de los ochenta. “En mi casa había ovejas, pero pocas (unas 60 o 70); entonces, por decisión propia, comencé a dedicarme a la ganadería de ovino, poco a poco fui comprando ovejas”.

 

Conciliación de la vida familiar y pastoral

Otra barrera para los jóvenes a la hora de incorporarse al sector es pensar cómo compaginar su vida laboral y familiar. Ballabriga reconoce que es un problema compaginar este oficio con una vida de calidad. Para él, la pertenencia a la cooperativa Oviaragón facilita la labor en la ganadería, tener datos actualizados, trabajar la mejora genética y el aumento de la producción son algunas de las líneas de trabajo que respaldan a los ganaderos socios. Cree que estas mejoras e innovaciones tienen doble beneficio: por un lado, mejorar la rentabilidad, y a la vez la calidad de vida del ganadero.

Esto les ha permitido avanzar mucho en el sistema de la explotación durante los últimos años. Ya no pastorean tantas horas en el campo porque los alrededores de Montesa “es una zona muy de secano, el monte es muy pequeño y limitado; por eso, tenemos vallados y el pastor eléctrico”. Esto permitirá a su hijo poder compaginar de mejor manera su trabajo con su familia, está casado y tiene dos niños pequeños. Ballabriga añade que las mejoras “también les permiten tomarse un fin de semana libre”.

 

IX Premio a la Mejora Genética “Martín Peinado”

La ganadería de Miguel Ángel Ballabriga ha recibido este año el IX Premio a la Mejora Genética “Martín Peinado”, entregado por la Unión de Productores de Rasa Aragonesa (UPRA) – Grupo Pastores en la Feria Industrial, Agrícola y Ganadera de Los Monegros, FEMOGA 2018, celebrada en Sariñena (Huesca).

Ballabriga recibió así este reconocimiento: “he sentido una satisfacción muy grande, que te reconozcan el trabajo y que se considere que ha estado bien hecho enorgullece”. Eso sí, añade que “esto no se puede hacer solos, es indispensable que haya un equipo detrás que te ayude y lo lleve”. Asegura que trabajar asesorado por la cooperativa en asuntos como la mejora genética es más fácil, es “hacer el trabajo que hay que hacer pero de otra forma: con datos y resultados, buscando las mejores ovejas, inseminando, preparando bien a los machos, etc.”


entrega premios FEMOGA 2018

En definitiva, el premio otorgado a su ganadería es un reconocimiento al trabajo de selección dentro del programa Mejora Genética de UPRA-Grupo Pastores en el que colaboran 217.602 ovejas en 337 ganaderías en 7 provincias españolas de cuatro Comunidades autónomas. Los objetivos principales de mejora del programa son la prolificidad y la capacidad maternal.

El Premio lleva el nombre de Martín Peinado, ganadero de Villadoz  en Zaragoza, que contribuyó con su trabajo en mejora genética de una forma importante en la selección de la oveja Rasa y al descubrimiento en el año 2007 en su rebaño de la variante génica natural de la raza Rasa Aragonesa, Rasa Oviaragón (ROA) que mejora la prolificidad a las hembras portadoras del mismo en 0,35 corderos por parto, mayoritariamente a través de partos dobles.

 

Las mejoras en la ganadería ovina contribuyen a luchar contra la despoblación del medio rural.

 

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2 Comentarios

  1. Miguel Garcés Bentué.-Reply
    at

    Nombran todos los pueblos que están cerca cde Montesa: Hoz, Costean, Guardia… ¿Y Cregenzán, qué? ¿No existe?

    • Miguel, perdona pero en el artículo nos hemos limitado a nombrar los pueblos que pertenecen al municipio de Hoz y Costean, es decir, Montesa, Hoz de Barbastro, Salinas de Hoz, Costean y Guardia. Así se distribuyen dentro de la Comarca de Somontano de Barbastro. No es que nos hayamos olvidado de Cregenzán, que está al norte de Barbastro y depende directamente de la capital del Somontano, que también destaca en sectores tradicionales como el cultivo de cereal y viñedo. Si otra vez tenemos oportunidad, indagaremos más sobre esta localidad. Nos interesan todos y cada uno de los municipios de Aragón, donde desarrollamos nuestra actividad.
      Gracias por leernos.
      Un saludo

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